ué Cuando un alumna/o obtiene un bajo rendimiento académico es el momento de hacer una pausa, analizar y determinar las causas que originan el escaso rendimiento.
Las bajas calificaciones puede repercutir negativamente a nivel familiar, aumentando los conflictos entre madres y padres y sus hijos, generado por la negociación en los tiempos de estudio, de ocio, de esfuerzo y resultados.
A menudo madres y padres observan en sus hijos uno o algunos de los siguientes comportamientos: “mi hijo no quiere ponerse a estudiar”, “no está motivado”, “prefiere siempre jugar con el móvil”, “no me dice cuándo tiene exámenes”, “termina muy rápido sus tareas y su trabajo no está bien ejecutado“…
Con frecuencia, estos comportamientos suelen agravarse al comenzar la etapa de E.S.O. donde aumentan las exigencias académicas y si el alumno no ha adquirido un hábito de estudio, no cuenta con una adecuada planificación y técnicas de estudio acordes a su nivel, es muy probable que el rendimiento no sea el adecuado.
Ante esta situación de descenso académico es frecuente que madres y padres se pregunten: ¿Cómo soluciono el problema? ¿Se debe este comportamiento únicamente a una conducta propia de la adolescencia? ¿Necesita un refuerzo de alguna asignatura en particular? ¿Cómo puedo ayudarle?
Para buscar una solución eficaz, el primer paso es identificar las causas que originan el descenso académico. En este punto, se hace necesaria la intervención de un profesional para detectar cuál es el origen del problema e intervenir lo antes posible.
Un bajo rendimiento académico puede deberse a diferentes causas: conflictos emocionales por parte del alumno, baja motivación, desadaptación, dificultad en la relación con sus compañeros, dificultades de atención, en el aprendizaje de alguna materia o área, dificultad en la comprensión lectora, entre otras.
Ofrecer un refuerzo de una o varias asignaturas no siempre es la solución, ya que si las causas que originan dicho rendimiento son de otra índole, no sólo no se obtendrán resultados, sino que se dilatará el problema.
Sólo si se hace una adecuada valoración de la situación de cada alumno podemos intervenir eficazmente, ofreciendo pautas a la familia y ofreciendo al alumno la ayuda específica que necesita. Esta intervención en colaboración con la familia, permitirá abordar el problema de origen y evitar que pueda anclarse en los años posteriores.
Al observar algunos de estos comportamientos citados o bajas calificaciones, no debemos mirar sólo hacia su intelecto, sino también observar cómo se siente nuestro hij@ y cómo se relaciona en su entorno.
Desde nuestro Centro te ayudamos a:
- Identificar las causas que originan el bajo rendimiento académico
- Facilitar Pautas y Asesoramiento a la familia
- Enseñar Técnicas de Estudios para alumnos/madres y padres
- Ofrecer Apoyo Psicopedagógico: apoyo para la comprensión lectora, aumento de la atención y concentración.
- Tutorizar y Apoyar durante el curso escolar.
- Prestar Atención Psicológica
Si quieres consultar tu caso particular, puedes solicitarnos una entrevista gratuita y te asesoramos sin compromiso.